CASA TRASTÁMARA:

JUAN DE TRASTÁMARA, SEGUNDO INFANTE

REY DE LA  CORONA DE ARAGÓN (1458-1479)

 

 

El infante don Juan, tal vez el más turbulento junto con su hermano Enrique, nació en Medina del Campo, en pleno corazón de Castilla, el 29 de junio de 1397.

 A los dieciséis años, embarcó en el puerto de Valencia, rumbo a Italia, para desposarse con la reina de Nápoles, que sobrepasaba los cuarenta. La boda no llegó a realizarse porque Juana de Nápoles, que tenía fama de ser muy excéntrica, casó en secreto con Jacques de Bourbon, conde de la Marche.

 Una vez instalado en Sicilia, como lugarteniente de su padre, don Juan se dedicó a uno de sus deportes favoritos: la caza. Allí conocería a la que tenía que ser su primera esposa, la princesa Blanca de Navarra, heredera de la Corona navarra, viuda y sin descendencia del rey de Sicilia Martín EL JOVEN, último heredero por línea  directa de la Casa reial de los Condes de Barcelona, REYES DE LA CORONA CATALANO- ARAGONESA.

                                

                                

Pasión predominante del infante fue la vanagloria. Duque de Montblanc y de Gandia, señor de la ciudad de Balaguer, duque de Peñafiel, señor de Lara, entre otros títulos, don Juan llegaría a ser Regente de Castilla, rey consorte de Navarra y futuro monarca de la Corona aragonesa tras la muerte de su hermano Alfonso, sin legítima descendencia.

En 1476, el poeta Jorge Manrique, contemporáneo y coetáneo de los Infantes, los inmortalizó en su célebres Coplas, al dedicarles una glosa que dice así:
 

                                                                                      

 

 

 

 

  "¿Qué se hizo el rey don Juan?
  Los infantes de Aragón

  ¿qué se hicieron?

  ¿Qué fue de tanto galán?

  ¿Qué fue de tanta invención como trajeron?

    Las justas y los torneos,  paramentos, bordaduras

    y cimeras,

   ¿fueron sino devaneos?

   ¿Qué fueron sino verduras de las eras?